Gracias a las tecnologías 3D, los médicos pueden escanear órganos y partes del cuerpo específicas para tener una copia digitalizada y fiel. Con este modelo digital, pueden estudiar el órgano a profundidad, e incluso pueden imprimirlo para tener una referencia física de práctica antes de una cirugía o procedimiento médico.

En la investigación biomédica están surgiendo procesos similares a la impresión 3D llamados bioimpresión 3D. En estos procesos se recolectan muestras de células que se reproducen y juntan con biotintas para ser utilizados como material aditivo. Más tarde, se usa andamiaje impreso en 3D y biocompatible para servir de soporte en la impresión de tejidos. Estos tejidos se utilizan para entender mejor sus funciones en el cuerpo, así como para someterse a pruebas de fármacos. En el futuro, se espera que estos tejidos puedan ser empleados para trasplantes de órganos y tejidos.